Local Evangélico El Salvador

Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20

La lectura de la Palabra de Dios es de Bendición

Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y Paz te aumentarán. Proverbios 3:1-2

¿Que Estamos Sembrando?

Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segara vida eterna. Galatas 6:8

¿Quieres ser libre de la esclavitud del Pecado?

Cristo es la Salvación, Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1 Timoteo 1:15

sábado, 2 de abril de 2016

LA CONSECUENCIA DE LA FALTA DE ORACIÓN


Descuidar la oración es costoso para el bienestar del Cristiano. Quienes no sacan tiempo para Dios cada día están en una pendiente resbaladiza. Se deslizan hacia el agotamiento, el desánimo y las dudas, para caer en una situación que daña su testimonio.

La oración es una prioridad para cualquier persona que desee ser usada poderosamente por Dios. Jesús se apartaba a menudo para tener momentos de quietud con su Padre (Lucas 22:41). Si el Hijo de Dios necesitaba pasar tiempo en oración, ¡sin duda que nosotros no podemos vivir bien sin ella!

Hay creyentes que no se comunican con el Señor, excepto en las emergencias, dudan de la fidelidad de Dios, buscan refugio en cualquier parte, se apartan de la voluntad de Dios al tratar de encontrar una solución engañosa, hasta que ya no pueden más con los problemas acuden a Él.

El Señor Jesús nos es un ejemplo para nuestras vidas, si él mantenía comunicación con su Padre a través de la oración, nosotros tenemos que mantener comunicación constante.

Recordemos que la oración nos ayuda para:
  • No caer en tentación (Marcos 14:38, Lucas 22:46).
  • Perseverar Unánimes (Hechos 1:14).
  • Interceder por nuestros hermanos en Cristo (Hechos 12:5).
  • Para salvación del pueblo de Israel (Romanos 10:1).
  • Abundar en amor, ciencia y todo conocimiento (Filipenses 1:9).
  • Interceder por todos los hombres (1 Timoteo 2:1-3).
Tener al Señor en el centro de nuestra atención crea confianza. Sin la oración y la lectura de la Biblia —que no pueden separarse— los creyentes caen en un círculo vicioso en que los problemas se hacen más grandes al tratar de darles una solución humana. Bajo tales condiciones, el desánimo es inevitable.
El creyente que se sumerge en la oración y en la lectura de la Biblia hallará seguridad en el poder y en la presencia del Señor.

La consecuencia de no orar es el fracaso, pero la buena noticia es que se puede superar. Las medidas correctivas son sencillas: (1 Juan 1:9), pedir perdón a Dios por no orar, y luego dar prioridad a un tiempo regular de quietud con el Señor. En esos momentos de comunión, Él hará más liviana las cargas, dará aliento y colmará a sus hijos de confianza.

Al dirigirnos a Dios en oración debemos recordar hacerlo:
  • Con corazón sincero (Hebreos 10:22).
  • Con confianza (1 Juan 5:14).
  • Con acciones de gracia (Filipenses 4:6, Colosenses 4:2).
Tengamos la confianza de acercarnos a ese Dios todopoderoso y lleno de amor cada vez que nos comuniquemos con Él a través de la oración.

0 comentarios:

Publicar un comentario